A pesar que estamos en junio, el tiempo está revuelto y mientras espero a que llegue el 40 de mayo, aprovechando que tenía una calabaza en la despensa se me pasó por la cabeza: «¿Por qué no hacer una crema calentita rica?».
La calabaza está llena de betacarotenos, unos potentes antioxidantes que estimulan el sistema inmune y refuerzan tus defensas naturales.
Cada día soy más fan de las cremas de verduras por su sabor y facilidad a la hora de cocinarlas. Hoy te chivo algún truco para que sean más sabrosas, pero no se lo digas a nadie… 😉
Ingredientes
- 500 g de calabaza
- 1 cebolla
- 2 ajos
- 1 trocito de puerro
- 500 g tomates maduros
- 500 ml de agua o caldo vegetal
- Aceite de oliva virgen extra
- 1/2 cucharadita de albahaca seca
- 1/2 cucharadita de cúrcuma
- 1 pizca de pimienta negra
- Orégano para servir
- 2 cucharadas de semillas de lino molidas (opcional)
Preparación:
- En una olla con un chorrito de aceite pocha la cebolla, el puerro y el ajo. Mientras se hace pela los tomates, la patata y la calabaza y corta en dados.
- Cuando la cebolla esté blandita incorpora el tomate, la calabaza, la patata y la albahaca seca (si te gusta más intenso puedes añadirla fresca)
- Cocina a fuego lento hasta que los tomates se deshagan.
- Añade sal, agua , pimienta negra y cúrcuma. Deja hervir unos minutos más.
- Servir con orégano por encima y si deseas enriquecer la crema espolvorea lino molido.
Puedes congelar las cremas sin problemas y usarla cuando necesites.